"Les aseguro que es más dificíl que un rico entre al cielo, que un camello pase por el ojo de una aguja". Ésta, entre otras enseñanzas de Jesús, pasaban por nuestra mente mientras compartíamos una taza de café y un par de palabras con la gente de la calle. No es sencillo explicar porque muchas personas con muy poco son felices; sin embargo, para los que tenemos fe, nos resulta más fácil. Podemos ver porque Jesús eligió a los más pobres. "Me dí cuenta de lo mucho, en término material, que tengo y, sin embargo, no soy tan feliz como ellos", compartió Juan.
¡Que paradoja!. Ellos que son los que menos tienen (hablando en sentido económico), son a la vez los que más poseen. Ellos guardan algo mucho más valioso y que nada puede comprar: la dicha de conocer el amor de Cristo como el único que da la felicidad plena.
¡FELICES LOS POBRES PORQUE EL REINO DE DIOS LES PERTENECE!
2 comentarios:
Que jesús no de un corazón tan humilda y confiado como el de los pobres!!!.
Pidamos con fe!
Que jesús nos de un corazón tan humilde y confiado como el de los pobres!!!.
Pidamos con fe!
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